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Protección contra la corrosión para el almacenamiento a largo plazo de metales

El que descansa, se oxida... En la mayoría de los casos, el almacenamiento a largo plazo de componentes metálicos se utiliza para mantener piezas de recambio en stock durante un periodo de hasta 15 años. Un periodo así requiere medidas de protección contra la corrosión diferentes a las de conservación para un periodo de transporte manejable de unas pocas semanas. Esto se debe a que cuanto más tiempo están expuestos los metales a las condiciones ambientales, mayor es la probabilidad de corrosión.

Debido al número generalmente elevado de piezas almacenadas, el riesgo económico también es mayor. Para evitar daños y devoluciones, la Investigación sobre Corrosión de EXCOR desarrolla conceptos de protección contra la corrosión adecuados y fiables para el almacenamiento a largo plazo de sus piezas metálicas.

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«Excor ha demostrado ser un socio fiable para el almacenamiento a largo plazo. Apreciamos especialmente el asesoramiento exhaustivo que se ha adaptado a nuestras necesidades específicas. La colaboración nos ayuda a proteger nuestros componentes de la corrosión a largo plazo.»

Mirela Nowak - Administrador técnico
Volkswagen Salzgitter

Nuestra experiencia para sus productos

Nuestros muchos años de experiencia en el campo de la protección contra la corrosión nos permiten desarrollar la solución adecuada para cada entorno y duración de almacenamiento.

Prestamos especial atención a la cuidadosa selección de los agentes anticorrosivos y a la correcta aplicación del proceso de envasado, sobre todo en el caso de almacenamiento a largo plazo crítico para la corrosión. Nuestro equipo de expertos encontrará la protección anticorrosión óptima para sus condiciones de almacenamiento.

Medidas de embalaje para el almacenamiento a largo plazo

  1. Comprobación de los residuos superficiales de procesos anteriores en las piezas

    Los residuos de los procesos de mecanizado mecánico o los restos de grasa de los baños de limpieza pueden tener un efecto corrosivo, por un lado, y dificultar el acceso de los agentes VCI o ICB, por otro. Por lo tanto, es necesario realizar un análisis químico de la superficie de las piezas.

  2. Encierre herméticamente la unidad de embalaje con una película de barrera sellada

    por ejemplo, con una tapa de caja hecha de papel de aluminio como revestimiento del envase

  3. Fijar los componentes individuales en el embalaje

    p. ej. utilizando compartimentos hechos de placas de cámara hueca con VCI o ICB o utilizando bolsas de protección contra la corrosión hechas de plástico de burbujas para evitar daños mecánicos durante el transporte.

  4. Utilizar soportes VCI/ICB ricos en ingredientes activos

    p. ej. utilizando una film más gruesa o material de cámara hueca

  5. Adición de desecantes

    Estos deshumidifican el aire sellado.

  6. Comprobación de la apilabilidad

    Dependiendo de las condiciones de almacenamiento, éste puede ser un criterio.

  7. Probar un prototipo del envase

    El producto envasado debe cargarse en una cámara climática EXCOR utilizando registradores de datos (que pueden leerse desde el exterior) para reconocer cualquier punto débil del envase.

Más que asesoramiento: los servicios de investigación de la corrosión de EXCOR

  • Tecnología de aplicación con pruebas de estrés climático

  • Investigación y desarrollo en relación con productos y sistemas de protección contra la corrosión

  • Análisis de casos de daños

  • Fabricación de productos de protección contra la corrosión

  • 100% de garantía de calidad de principio a fin 

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